Quiero el Combo

Vamos a ponerlo claro: nadie sabe.

Hace no más de 15 ó 20 años la gente se casaba y listo. Incluso hoy todavía se da el caso. Después venían los hijos, con suerte la casa, los años, y colorín colorado.

Eso cambió. Punto. Fin de la historia. No sirve más como paradigma para mi generación. No, ahora queremos el combo.

Lo que ahora buscamos a la hora de formar pareja (que no es lo mismo que formar una familia, está claro) lo podríamos clasificar así: el amor, el deseo y el resto.

El amor, ah... qué decir. ¿Quién no sueña con pasar la vida o una buena parte de ella, junto a la persona que ama? Y, ¡oh! ¡El deseo! ¿Quién no anhela despertarse cada mañana con ganas de, valga la pobre ironía de nuestra lengua castellana, hacer el amor con aquella persona a quien deseamos y nos desea?

Finalmente el resto. Como se completa el combo puede variar de un caso a otro, de un género a otro, etc. Generalizando (de eso se trata el texto) citaremos diversos ejemplos: que sea una buena persona, que tenga valores similares, que sea un hombre divertido o una mujer alegre, que nos comprenda; que sea saludable, alguien con quien se puedan compartir intereses comunes. Algunas mujeres agregarían una buena posición económica. Desde su perspectiva, billetera mata galán. Seguro en ciertos casos vale asimismo el inverso o el conjugado (hombres que buscan mujeres con buena posición u hombres que no se bancan a una mina que produce o trae más dinero a la casa). De eso hoy no me ocupo.

Yo creo que es evidente: la gran mayoría de nuestros padres y abuelos no se regían por la ley del combo. Estamos solos frente a estos cambios y no debemos ignorarlo. Lo único que quizás nos salva es saber que se trata de una coyuntura común a muchos.

Constituye una falta total de elegancia formar pareja con alguien a quien no se ama. Es una profunda descortesía formar pareja con alguien a quien no se desea. Y es francamente una imprudencia mayúscula hacerlo con alguien a quien se ama y/o se desea pero, a la vista de nuestro juicio, carece del resto.

Complejo...

Lucas.-

Querés viejo que te agrande el combo por 50 centavos?