Vamos en picada con el contador de visitas. Sin embargo, he dejado claro que no me quita el sueño.
Nuevo mes, nuevas deudas. Mi presupuesto alcanzó un nuevo límite de endeudamiento sin consenso político mayor que el de un violento tarjetazo. No voy a mentir, me preocupa un toque el tema de seguir metiendo deuda sin producir nada. Pero después recuerdo la situación global en la que vivimos y me dan ganas de cagarme de la risa.
Lo cual me lleva al tema del post. Simple, llano, cercano a la tierra y a las fibras humanas más elementales. Lo postulo en lengua extranjera, como lo recibí y como lo paso: “happy is good” (feliz está bien). Tradúzcanlo como les venga en gana.
Es interminable la lista de complejos, prejuicios, neurosis, esquemas que nos alejan de un objetivo tan simple como el ser feliz. Nos deseamos felicidad como quien canta en una misa, pobres ilusos, sin darnos cuenta de que no hay premisa mas engañosa. Sos feliz? Entonces está bien. Mientras no lastimes a nadie, y permitas que otros también sean felices, entonces, repito, está bien. Punto.
Si te hace feliz, porqué las lágrimas? Si te hizo feliz, y se terminó, porque estás triste? La felicidad es perenne como una lluvia, y el dolor pasa como una tormenta. Ser feliz no es un destino, es simplemente un modo de caminar.
Happy is good.
Lucas.-
Vendedor de panes en Cairo
2 comentarios:
estamos de acuerdo...
sólo que yo no creo que debamos renegar de las lágrimas (ojo, tampoco vivir cual mártires llorando por el pasado querido, puf). Digo, ser capaz de sentir es necesario para ser feliz, no? aunque de tanto en vez eso nos de penita.
Cada tanto me digo que debería tomarme las cosas con otra óptica, con optimismo. Pero hay días que la realidad te da cada portazo!
Igual...be happy!!!
Besos
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