Antes de empezar a decir, diré:

Hola,

Disculpen el silencio de radio. Iba a escribir algo titulado "sobre como la vida imita a la montaña", pero después me di cuenta que no entiendo mucho ni de la vida ni de la montaña. Capaz otro día. Por lo pronto les dejo una fotico abajo.


1) Cuando no hay nada que decir, lo mejor es no abrir la boca. Y eso aplica para los blogs. Me molesta de sobremanera la gente que no sabe quedarse callada. Atención, esto que afirmo no es contrario a mi amor por la charla sin sustancia, no. Una conversación vacía de sentido, o donde el sentido es el acto de intercambiar palabras e ideas, es uno de mis deportes favoritos. Lo cual no es lo mismo que hablar por hablar.

2) Búsqueda de afecto. He llegado a la notable conclusión de que desteto a aquellas personas que mediante su trabajo o whatever they do, sólo buscan llenar un espacio afectivo que debería ser ocupado de otra manera, me explico? No, perfecto. Pongo un ejemplo: un profesor de la facultad que, a la vista de cualquier analizado, le chorrea por los poros la necesidad de que su alumnado lo quiera. Lo cual, tampoco, se contradice con la idea de que uno le puede tomar afecto a un profesor.Pero eso es algo que surge, no que se demanda.

Otro ejemplo son los ambientes laborales. Yo no trabajo para que me quieras, no. Si hay afecto o respeto, es algo que se da por añadidura. Me irritan, especialmente los que ni siquiera se dan cuenta. Haz tu tarea y listo.


3) Creo que en relación al punto anterior, podría sintetizar así: cualquier afirmación del yo que requiera de los demás me parece (hoy al menos) nefasta. Digo esto para saltar al campo minita-en-fiesta-mirame. Le digo no.

Que vos seas bonita o interesante (o ambas cosas) no depende de la atención que acapares. No seas tan idiota. Si pensás que el hecho de que algún pibe (o todos) te miren, va a cambiar algo en la relación mater de vos con vos misma, estás perdida antes de salir a jugar.

Guarda con esto porque parecería que la actitud contraria conduce al total desprecio por la mirada de los otros y a una arrogancia de aspirina. No al narcisismo violento. Si al autoconocimiento.

4) El viernes fui a ver a unas amigas tocar en una galería de arte en San Telmo. Un guitarrista versátil y virtuoso, una voz pura energía y la dulzura de un saxo / clarinete. Eso ya me bastaba. Sin embargo, al finalizar su show, mi amiga me preguntó si quería tocar un par de temas. Entonces tomé la guitarra, limpié la garganta con un poco de cerveza y torturé a las pocas almas que quedaban. Me dieron muchas ganas de armar algo. Los mantengo al tanto.

Como si el viernes musical (que continuó hasta tarde con folclore en casa ajena) no hubiera sido suficiente, ayer noche nos deleitamos con Flopa (de Flopa Manza Minimal) en el centro Cultural Caras y Caretas. Soberbio.

5) Esto ya fue demasiado. Seguiré soñando con la constelación de pecas de su espalda.

Sls.

Lucas.-

Laguna Negra, Bariloche.