Las pequeñas virtudes








"Con relación a la educación de los hijos, pienso que no se les debe enseñar las pequeñas virtudes, sino las grandes virtudes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia hacia el dinero; no la prudencia, sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor por la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo de éxito, sino el deseo de ser y de saber.

Sin embargo, habitualmente hacemos lo contrario. Nos apuramos por enseñarles el respeto por las pequeñas virtudes, fundando sobre ello todo nuestro sistema educativo. Elegimos, de esta manera, el camino más cómodo: porque las pequeñas virtudes no encierran ningún peligro material, y aún más, nos tienen al reparo de los golpes de la fortuna. Descuidamos de enseñar las grandes virtudes, aunque todavía las admiramos y quisiéramos que nuestros hijos las tuviesen, alimentamos la confianza de que un día florecerán espontáneamente en su espíritu, creyéndolas de naturaleza instintiva, mientras que las pequeñas virtudes nos parecen el fruto de una reflexión, de un cálculo y por ello creemos que deben ser indudablemente enseñadas.

[...]

Y si tenemos nosotros mismos una vocación, si no la hemos traicionado, si hemos continuado amándola con el correr de los años, dedicándonos a ella con pasión, podremos tener lejos de nuestro corazón, en el amor que profesamos a nuestros hijos, el sentido de la propiedad. Si, por el contrario, carecemos de una vocación, o si la hemos abandonado o traicionado, por cinismo o por miedo a vivir, o por un malentendido amor paterno, o por cualquier otra pequeña virtud que se haya instalado en nosotros, entonces nos aferramos a nuestros hijos como un náufrago al tronco de un árbol; pretendemos vivamente que ellos nos devuelvan todo cuanto les hemos dado, que sean absolutamente y sin descanso como nosotros queremos que sean, que obtengan de la vida todo cuanto a nosotros nos ha faltado. Terminamos por pedirles a ellos todo cuanto podría darnos solamente nuestra propia vocación: queremos que sean en todo una obra nuestra, como si, por haberlos procreado una vez, pudiéramos continuar procreándolos luego toda la vida. Queremos que sean en todo una obra nuestra, no como si se tratara de seres humanos, sino de obras del espíritu. Pero si tenemos nosotros mismos una vocación, si no hemos renegado de ella ni la hemos traicionado, entonces podremos dejarlos germinar tranquilamente fuera de nosotros, rodeados de la sombra y el espacio que necesita el brote de una vocación, el brote de un ser. Esta es quizás la única posibilidad real que tenemos de brindarles algún tipo de ayuda en la búsqueda de una vocación: tener una vocación nosotros mismos, conocerla, amarla y servirla con pasión. Porque el amor a la vida genera amor a la vida."




Título original: Le piccole virtú.

Esta traducción es de mi autoría, porque quería regalarles el libro a unos amigos. Después encontré una editorial catalana que posee los derecho y eso. Si alguien estuviera interesado, mandenme un mail.

Lucas.-


10 comentarios:

yo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, aunque todos aquello que en algún punto suelen "criticar" la tarea paterna suelen ser enseguida descalificados.. justo hoy leí un artículo de Osvaldo Bazán en diario Crítica muy "fuerte" sobre este tema y me imagino la cantidad de gente "herida en su orgullo" que habrá reaccionado mal.
Paso el link
http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=3855

Será posible educar con las grandes virtudes?
Ojalá que sí.
saludos!:)

Akasha! dijo...

Me encanta pensar en la posibilidad real de tener valores certeros para transmitirle a mis hijos, o a los que sigan a mi generacion, Filomena incluida.
Creo que un poco el mensaje tambien de Mascotas es ese, el amor por los animales, incondicional, sin pedir nada a cambio y por el mero hecho de hacer algo con lo que uno siente, con lo que se le moviliza internamente cuando piensa en ellos.

Es pasar del pensar a la accion. Y espero que algun dia, cuando tenga hijos, (compartan ellos o no el amor por los animales...bueno, que igual, estoy segura 100% de que asi sera), se que el gran valor y el gran legado que les puedo dejar es ese: el no quedarse quieto con lo que a uno le moviliza el alma, no dejarse llevar por las viscicitudes propias de los obstaculos que siempre van a encontrar en el camino. Que la marcha siga, siempre, aunque lenta, hacia adelante. Y esta es la mejor parte del mensaje.

Creo que el resto lo aprenderan solos, chocandose paredes y protestando cuando las cosas no salgan bien. Dandose cuenta de que las pequeñas virtudes las aprenderan por su cuenta, pero con la firme base de las grandes, como colchon.

Me gusto la ultima frase "...el amor a la vida genera amor a la vida". Tengo que pedirte el copyright?

Anónimo dijo...

GRACIAS, de nuevo.

Anónimo dijo...

Fuck Picasso ! Qué buenos párrafos. Mijo, Ud. va a ser un inadaptado pero tal vez sea feliz :)

Germanico dijo...

Muy buenos pensamientos. A vceces tengo el pensamiento negativo de que el tiempo de las "grandes virtudes" ha pasado avasallado por el individualismo, el fin de las utopias, etc.

Felicitaciones por la traducción.

Saludos

L. dijo...

Pucha, que lindo.
Me hizo bien leerlo.
Gracias por compartirlo.

Buena semana,
Sds.

P dijo...

Dear,

I'm collecting numbers from various languages.

I politely ask you send me numbers from 1-10 in your language.

Thank you.Än tilt wofeni woka
weq arälemba hesta
hellasano sellä hest
demoka rwiqelso än.

Lucas.- dijo...


bue.. holas.. acabo de postear una boludez.. respondo aca que parece más serio...

Lau... holas... leí el artículo.. si.. muchos se deben sentir dolidos... igual.. por mi experiencia de tío.. debo decir que también hay que ser padre para poder opinar.. no se...


Akasha...mmm si lo que te encanta es pensar en la posibilidad de tener hijos (ok, y de paso trasnmitirles valores).. eh.. eh.. bueno.. hablemos.. dale?! jajaja!!!


Uchi, de nada.


M. Gracias. Si, adaptarse es jodido...


Germanico, gracias. Si, el texto es muy bueno.


L. De nada.. y eso que no leíste nada.


Palbo. Nerds aca no, por favor. Ya somos unos cuantos...


Gracias a todos por meterle onda. Si a alguien más está interesado, le puedo mandar el texto completo.

Si mi traducción hace feliz a un niño, y ese niño paga 7000 pesos, ya valió la pena... jajja


Sls.-


poettissa dijo...

¡Holaaaaaaaaa! He huenlto por estos lados. Me desaparecí, debido a mi trabajo.
Me encantó lo que publicaste.Al leerlo, no pude evitar evocar una canción de Spinetta, no recuerdo el nombre, pero habla de la crianza de los hijos. Yo no soy madre, pero soy hija. Creo que el tema es complicado,cualquier cosa que estudiemos, sabemos adónde acudir, pero cuando llega la labor de educara nuestros hijos, no hay donde, pues ni siquiera tus padres te pueden ayudar mucho, pues las generaciones cambian. Creo que lo que postula el libro es muy real, auténtico, por eso el mensaje cobra fuerza; sobre todo en estos tiempos en que los valores se invierten constantemente. Por esta razón, nuestra tarea es recobrar aquellos valores que ayudan a una sociedad a construir, no a destruir.Debemos tomar como ejemplo los valores de las sociedades antiguas, como por ejemplo: la griega, la romana. Que en definitiva, son las que hacen posibles que hoy existamos, esa visión" clásica" formó lo que hoy disfrutamos.-
Un abrazo

Lucas.- dijo...

gracias poetisa por el comentario.. no lo escribi yo, solamente lo traduje...

Beso.

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